DESARROLLADORES Y PRUEBAS DE ENTES INTELIGENTES



DESARROLLADORES Y PRUEBAS DE ENTES INTELIGENTES 




Inteligencia artificial es el término usado para definir a todos aquellos entes cibertronicos y digitales que tienen la capacidad de razonar, resolver problemas y pensar por sí mismos; realizar acciones que crean necesarias y evaluar situaciones a las que se vean expuestas. 










Al ser estudiado su desarrollo ha logrado alcanzar un gran avance, acercándose a realizar tareas de exigencia lógica, muy alta e incluso han llegado a aprender desde sus errores hasta nuevas tareas, siendo Alan Mathison Turing (1912 – 1954) considerado el padre de la inteligencia artificial, debido a sus estudios comprendidos en su prueba “Test Turing”.


La Prueba de Turing, en su aspecto más genérico y aceptado, se basa en que un Juez humano entable una conversación con un ser humano y una máquina; a la vez, intente establecer cuál es la máquina. 
Se considera que una máquina podrá superar la Prueba de Turing, cuando sea capaz de comportarse tal como un humano y el juez no pueda discernir entre sus interlocutores. Para lograrlo, la máquina debería ser capaz de utilizar un lenguaje natural, razonar, tener conocimientos y aprender. 


El argumento principal, se basa en que la Prueba sólo evalúa si el sujeto se parece a un ser humano y que eso no implica inteligencia; por un lado, existen muchos comportamientos humanos que no se consideran inteligentes y que una máquina no reproduciría, aunque cuente con inteligencia suficiente. Por otro lado, si una máquina fuera capaz de resolver un problema que ningún ser humano puede resolver, fallaría en la Prueba de Turing. 



El pensamiento dejado por Joseph Weizenbaum (1923 – 2008) sobre su oposición al uso de ordenadores y tecnología como armas, ha dejado mucho que decir. Inspirador y lleno de verdad, fue un profesor emérito en Informática, donde sus mayores logros fueron un programa aparentemente simple, denominado ELIZA, capaz de dar la sensación de empatía; sometiéndose a la prueba de Turing, aprobándola sin ningún problema, clasificándola como un ente inteligente. También, en su publicación "El poder de las Computadoras y la Razón Humana” expresa su punto de vista, que en cuanto a la Inteligencia artificial no debería permitírsele tomar decisiones importantes, ya que siempre les faltara la parte humana que comprende cualidades como compasión y sabiduría.


John Searle, al igual que Turing, también desarrollo una prueba semejante al “Test Turing”.  Según afirmaciones de algunos científicos, posee mayor fiabilidad que el experimento propuesto por Turing; ya que se dice, lleva a la inteligencia artificial a un mayor nivel de comprensión lógica, siendo su dificultad para superarlo la prueba que se llamó "La Habitación China". Supongamos que logramos construir una máquina del tamaño de una habitación, aparentemente capaz de entender el idioma chino, que funciona de la siguiente manera: cuando recibe en su entrada textos en el idioma oriental, realiza un proceso interno y emite como respuesta (coherente) otro texto en chino.


Esta persona tiene a su disposición, dentro de la sala, una serie de manuales y diccionarios que le indican las reglas que relacionan los caracteres chinos de entrada, con los que debe escribir para enviar a la salida. Básicamente, una serie de premisas del tipo “si entran tales caracteres, escribe tales otros". Fuera de esta sala está el mismo chino que creyó que el ordenador hipotético mencionado antes entendía su idioma.

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